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CAMINO DE UNIÓN.

AUNQUE A VECES NO TE LO PAREZCA

Si a la primera no te enteras…

Es tanto lo que he descubierto este mes y medio que se me ha hecho muy difícil decidir sobre qué escribir o por dónde empezar. Pero como veis aquí estoy escribiendo, y como siempre, con la ayuda de Dios.

Hace unas semanas acudí a un retiro en Loeches (Madrid). Comenzamos con unas pautas (meditación guiada) sobre la oración, nos hablaban de la parábola del Fariseo y el Publicano (cf. Lc 18, 9- 14). Ahí Dios ya me estaba guiando sobre lo que debía escribir, pero yo no me enteraba. Llegaron las pautas del segundo día del retiro. Durante varias meditaciones le dimos vueltas y vueltas al pasaje del ciego de Jericó (cf. Mc 10, 46-52), una historia sumamente enriquecedora que os animo a saborear y meditar. Te cuento esto para que veas que nuestro Padre no desiste fácilmente, que aunque a veces te parezca que se ha cansado de escucharte o de esperarte, de llamarte o de guiarte, Él sigue intentando mostrarnos el camino aunque nosotros nos desconectemos o nos alejemos.

¿qué tienen de reiterativo estas dos historias? si tienes tiempo te animo a leerlas antes de seguir.

EL JOVEN RICO

Mis nuevos compañeros de camino.

Entendemos la importancia de la comunidad, de andar en compañía de gente que apunta al mismo destino que tu. Pero hay otros caminantes que nos pueden ayudar mucho a progresar. Gente que ha pisado las mismas veredas y de una forma u otra nos ha allanado el camino. Hablo de los santos, oficiales y no oficiales, de todas esas personas de las que tenemos conocimiento que han tenido vidas ejemplares

Durante este mes he entablado una relación muy especial con algunos de ellos. Muchos Padres de la Iglesia (los orientales) grandes desconocidos para mi. Todos conocemos a San Agustín, San Gregorio, San Jerónimo, y sus enseñanzas siguen resonando a nuestro alrededor muy decididamente, pero ¿San Atanasio de Alejandría, San Basilio, San Gregorio Nacianceno, San Gregorio de Nisa, San Juan Clímaco? muy distantes de nosotros en el tiempo, aunque lo que ellos iniciaron, sus enseñanzas, siguen vivas y en mi camino espiritual me han resultado muy útiles.

En ese mundo oriental alguna gente piadosa decidió retirarse al desierto en soledad, al empezar la Religión Cristiana a ser invadida por el poder tras el Edicto de Milan dictado por el emperador Constantino en el 313 (la tolerancia tuvo sus pros y sus contras, terminaron las persecuciones pero por otro lado el poder vio en la Iglesia un arma muy útil, pero esto es tema para otro escrito). Así aparecían los llamados Padres del Desierto.

AMMA, MADRES DEL DESIERTO

San Pablo de Tebas, en el S.III, durante las persecuciones fue el primero que conocemos que se escabulló para vivir como ermitaño. A su encuentro acudió San Antonio Abad, padre de la vida monástica. San Antonio sintió una gran interpelación al escuchar la historia del joven rico (Mt 19, 21), vendió todo lo que tenía y se fue al desierto. Son muy famosas las tentaciones que San Antonio sufrió y cómo luchó contra ellas con mortificación, oración y control de los sentidos. (En el Cap 2 de la Vida de San Antonio según San Atanasio). Durante su vida acoge a algunos discípulos, pero sólo en sus últimos años forma una comunidad. Frente a la dureza y mortificación nunca deja de insistir en que la perfección no consiste en la penitencia, sino en alcanzar el amor, manteniendo siempre la santa alegría. La vida de servicio en este mundo no es sino la perfecta espera del cielo que nos ha sido prometido. Y así, con esa enseñanza magistral de VIVIR CON ALEGRÍA LAS DUREZAS de la vida, San Antonio Abad nos inspira en nuestros tiempos en los que nos desanimamos con tanta facilidad y VIVIMOS AMARGAMENTE en la laxitud del mundo.

Detrás de él muchos adoptaron este modo de vida (bastantes santos), san Menas, san Macario de Alejandría, san Moisés el Etíope, Santa Sinclética (enseña la humildad «Un tesoro sólo está seguro cuando está escondido; descubrirlo equivale a exponerlo a la codicia del primero que venga y a perderlo; igualmente, la virtud sólo está segura cuando permanece secreta, y quien la ostenta la verá disiparse como el humo», exhortaba a la caridad, a la vigilancia y a todas las virtudes), Santa Macrina, hermana de San Gregorio de Nisa y San Basilio, no vivió en el desierto, si no en una propiedad familiar adoptando la vida ascética como muchas otras vírgenes (vírgenes y madres del desierto).

Su espiritualidad se fundamenta en la presencia continua de DIOS en todo y en acrecentar el deseo de estar con Él, DE UNIRSE A ÉL. Sus enseñanzas se basan en el EJEMPLO con la misma vida, la LUCHA contra el mal, la PACIENCIA en el camino espiritual, ORACIÓN, ESTUDIO Y TRABAJO y sobre todo en tener muy presente el AMOR de DIOS.

Para conocerlos a todos ellos, y su espiritualidad, nada mejor que leer sus  SENTENCIAS.

Destino común.

LA TRANSFIGURACIÓN BÚSQUEDA DE LA UNIÓN.

En este movimiento de retiro eremítico, empapado por un alto deseo de UNION CON DIOS, nace un modo de ascetismo, pero sobre todo de oración elevada cuyo único fin es DESPOJAR AL CORAZÓN DE TODO LO QUE LE IMPIDE UNIRSE CON DIOS.

Evagrio Póntico fue uno de los iniciadores de este movimiento, entre polémicas como pasaba muy a menudo en aquella época de lucha continua contra herejías. Es de gran importancia su definición del camino espiritual en tres pasos (al igual que otros santos como san Juan de la Cruz o Santa Teresa). PRAKTIKÉ, lucha contra los vicios (En este documento) habla de «ocho espíritus malos» y como luchar contra ellos: gula, lujuria, avaricia, tristeza, ira, acedia, vanagloria y soberbia. PHYSIKÉ, contemplación de Dios a través de lo creado; y THEOLOGÍA, contemplación de Dios Trino.

Teniendo como embrión esta espiritualidad de los padres del desierto,  por el Siglo VII Comienza a emerger esta palabra que tanto me ha cautivado: HESICASMO, pero no es hasta más adelante, en el S. IX con Simeón el Nuevo Teólogo en quien se personifica ya esta tradición y en el s. XIV adquiere una gran importancia en el Monte Athos. En la época de Simeón nos aproximamos al cisma de oriente, pero superando las diferencias de si el Espíritu Santo procede del Padre y del Hijo (Catolicismo) o sólo del Padre (Doctrina Ortodoxa) o si maría es concebida con o sin pecado, sabiendo que el destino que tenemos es común, la UNIÓN CON DIOS, os animo a descubrir la riqueza de esta espiritualidad tan olvidad en nuestro sector occidental de la Iglesia Católica. Si, sector occidental o de rito latino, porque en oriente no son todos cismáticos, que también hay Católicos de otros ritos en comunión con el Papa. La Iglesia católica la forman 24 Iglesias con otros tantos ritos.

ORAD SIN CESAR

Hablaba del HESICASMO y de su objeto, la UNIÓN CON DIOS, la THEOSIS o DEIFICACIÓN del hombre. La Hesikia se refiere a la Paz que Dios da a los que le aman, y la vida hesicasta se define por la quietud y tranquilidad del alma misma en la vida diaria, en la vida monástica o en una vida más solitaria.

Para conocer la espiritualidad que mana del ejemplo de tantos Santos de los que hablamos hoy en día (y de los que no) te aconsejo echar un vistazo a este documento, la FILOCALIA. Recopilación hecha desde el monte Athos, de textos de más de 30 autores Cristianos y de épocas que van desde el S.IV hasta el S.XIV.

ORACIÓN DEL CORAZÓN CAMINO DE UNIÓN.

Como toda corriente espiritual cristiana, uno de los puntos clave del hesicasmo es el modo de oración. Inspirados por la exhortación de San Pablo a los de Tesalónica a orar constantemente (cf. 1Tes 5, 17) decidieron que la forma de estar unidos a Dios era REZAR SIN CESAR, a todas horas del día, durante todas las actividades. Y como las oraciones largas se harían complicadas, buscaron una frase breve, pero con mucha fuerza: «Jesús, hijo de Dios (o de David), ten compasión (o misericordia) de mi» algunos añaden «que soy un pecador». He llegado a leer que esta frase resume toda la enseñanza de la Biblia. A veces la llaman oración de Jesús, porque se trata de invocar el nombre de JESÚS constantemente, el nombre con más poder en toda la tierra. En otras ocasiones lo he encontrado como oración del corazón, porque si se realiza bien se interioriza tanto que ya sale desde lo más hondo de nosotros.

Llegados a este punto quiero volver al principio, a aquellos dos pasajes del evangelio de los que os hablaba.

  • En cambio el publicano, manteniéndose a distancia, no se atrevía ni a alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: «¡Oh Dios! ¡Ten compasión de mí, que soy pecador!» (Lc 18, 13)
  • el hijo de Timeo (Bartimeo), un mendigo ciego, estaba sentado junto al camino. Al enterarse de que era Jesús de Nazaret, se puso a gritar: «¡Hijo de David, Jesús, ten compasión de mí!»» (Mc 10, 46-47)

Aunque la que se considera base de la súplica que se eleva durante la Oración del Corazón es la del Ciego de Jericó, el Publicano es el que añade el «que soy pecador».

Parece sencillo, pero tiene su técnica. Por ejemplo debe ir ligado con la respiración. El «Jesús, hijo de Dios» lo dices mientras inhalas (te llenas de él, te dejas invadir por el poder de su nombre). La segunda parte la haces mientras exhalas (te vacías de todo aquello que te hace sentirte pecador). Dejo enlace a estos textos que tratan del tema

Durante este mes y medio he estado practicando (con poco éxito, tengo que admitirlo) la oración constante, y a pesar de las imperfecciones te puedo asegurar que ayuda, no mucho, muchísimo, a aumentar la presencia de Dios en tu vida (imagínate si lo hubiese hecho a la perfección), con todo lo que eso conlleva.

También me ha ayudado la lectura de un libro muy relacionado con el tema, EL PEREGRINO RUSO (enlace al libro).           (enlace a la primera parte del audio libro)

AMIGO, SI HAS TENIDO LA PACIENCIA DE LLEGAR HASTA AQUÍ CREO QUE TIENES LAS CUALIDADES NECESARIAS PARA ESTE TIPO DE ORACIÓN, ASI QUE NO ME QUEDA MAS QUE ANIMARTE A QUE LO INTENTES, REPITE CONMIGO:

JESUS,  HIJO DE DIOS, TEN COMPASIÓN DE MI QUE SOY UN PECADOR.

JESÚS, HIJO DE DIOS, TEN COMPASIÓN DE MI QUE SOY UN PECADOR.

JESUS, HIJO DE DIOS, TEN COMPASIÓN DE MI QUE SOY UN PECADOR …

 

LAS PIEDRAS DEL CAMINO.

RECAPITULANDO.

Nadie abandona Medjugorje con las manos vacías. La vocación principal de los mensajes que allí resuenan es que regreses a tu vida ordinaria cargado de piedras. Si, no me he equivocado, de piedras.

Por si hay algún despistado y como ya ha pasado bastante tiempo desde el verano, haré una recapitulación apoyándome en mis publicaciones sobre el viaje. Cada uno de los últimos cinco posts  lo dediqué a una de estas “PIEDRAS PRECIOSAS”, que brillan como nunca ante nuestros ojos gracias a las palabras de nuestra Madre en Medjugorje.

Se podrían resumir de la siguiente forma (en negrita las “piedras”):

El TESORO ESCONDIDO en la CONFESIÓN.

VIVIR DE LA PALABRA DE DIOS, la BIBLIA

Haz tus ODRES NUEVOS con AYUNO

Vive una FIESTA en la EUCARISTÍA.

CUANDO PARECE QUE DIOS SE ALEJA permanece cerca de él a través de LA ORACIÓN.

LA UTILIDAD DE UNA PIEDRA.

Si pensamos en una piedra en el camino la relacionamos con inconvenientes, de esas que nos hacen tropezar. Efectivamente existen muchas piedras traicioneras, pero también existen de otro tipo, incluso las hay que a unos les hacen tropezar pero a otros no: Sus caminos son llanos para los fieles, para los malvados son piedras de tropiezo (Eclo 39, 24). En la Biblia es Jacob, en el relato del Génesis, quien mejor nos enseña que las piedras del camino pueden tener una utilidad muy positiva; pueden servir de almohada, un lugar donde recostarse y descansar (cf. Gen 18, 11-22), pueden marcar un lugar donde Dios se ha hecho presente o servir de base firme para un santuario (cf. Gen 35, 6-15) o  incluso podemos usarlas como testigos o símbolo de alianza (cf. Gen 31, 45).

Pero para mí hay una piedra bíblica que supera a las demás, una de cinco (en esto se parece a nuestro montoncito particular). David, cuando decide enfrentarse a Goliat, se ve con la armadura de Saúl puesta, no puede moverse, no puede actuar en libertad (demasiada protección o respetos humanos pueden llegar a impedirnos actuar como Dios espera de nosotros, pueden hacer que la piedra pierda efecto). Se quita la armadura y acto seguido coge cinco cantos rodados del rio y se los mete en el zurrón (cf. 1 Sam 17, 40). David, hijo de Jesé de Belén, un sirviente, vence a Goliat con UNA PIEDRA y se convierte en el nuevo jefe del pueblo de Israel, y es del que Natán profetizará: Cuando se cumplan tus días y reposes con tus padres yo suscitaré descendencia tuya después de ti. Al que salga de tus entrañas le afirmaré su reino… Yo seré para él un padre y él será para mi un hijo. (2 Sam 7, 12-14)

BENDITA PIEDRA, no te cortes, usa sin miedo la piedra que Dios ha puesto en tu camino para vencer a tu enemigo por muy grande que parezca.

 

EL CAMINO ESTÁ LLENO DE PIEDRAS, SI NO DIFERENCIAS LAS DEL TESORO, PÍDELE A DIOS QUE TE DE LA GRACIA PARA VERLAS.

LA DIRECCIÓN CORRECTA.

Y las piedras de Medjugorje ¿Qué sentido tienen en nuestro recorrido espiritual? A mi me funcionan como marcadores del camino, como hitos quilométricos. Me explico. No es que nos vengamos con cinco piedras en el zurrón y con eso tiramos para adelante. Lo que descubrimos en Medjugorje son cinco TIPOS DE PIEDRAS PRECIOSAS (parte del tesoro escondido). Casi seguro ya las tenías todas identificadas, porque no son nada que Dios no hubiera revelado ya, son parte de la doctrina y la tradición desde mucho tiempo atrás. Pero estas cinco joyas (confesión, Biblia, ayuno, Eucaristía y oración) adquieren un brillo muy especial tras el paso por Medjugorje.

Dios nos ha hecho este regalo, nos ha dejado el tesoro a lo largo del camino, al alcance de la vista del que quiere ver y del entendimiento del que anhela saber. Estas cinco variedades de piedras sirven como brújula espiritual, porque si avanzas y éstas no mejoran en pulcritud y valor, ten por seguro que o vas en círculos, o has errado la dirección. Conforme avanzamos en nuestro trayecto espiritual, estos cinco tipos de piedras deben aparecer ante nosotros mas bellas y brillantes a cada paso.

Siempre han estado y siempre estarán, debemos aprender a mirar, no tienes mas que reconocerlas y seguirlas para avanzar hacia Él. Y si no las ves haz como el ciego de Jericó, pídele con Fe a Dios “Señor, que recobre la vista” (Lc 18, 41), y Él te las mostrará, y tu le darás Gloria.

BENDITAS PIEDRAS que muestran el camino a DIOS.

 

EN BUSCA DE LA PIEDRA PERDIDA.

Durante septiembre, además de estudiar, me he centrado en la oración, lectura de la Palabra, misa diaria y confesión periódica (¿falta algo?). Respecto al blog, como nos pasa tantas veces en esta vida, no tenía muy claro por qué camino seguir, así que me dejé guiar por las piedras que me han traído hasta aquí. Ha sido precisamente mi asignatura pendiente, el ayuno, la piedra que me ha llevado a mi mayor “descubrimiento espiritual” de los últimos tiempos.

En los pocos ratos libres que tenía, he indagado sobre los fundamentos del ayuno, su relación con la oración, enseñanzas de la Iglesia y, sobre todo, la tradición que nos han legado los Padres. Intento encontrar la tecla que me haga entenderlo y amarlo, porque como dice San Agustín (cf. De Trinitae libro VIII, IV, 6), “no se puede amar lo que no se conoce”, y al hilo de esto yo añado que tampoco se puede poner en práctica un hábito, o Virtud, sobre el que no se sabe nada.

Así que os animo a buscar vuestras piedras perdidas, las que os falten por identificar y conocer, para avanzar así firmemente por el camino espiritual, porque El que busca halla, y al que llama se le abre (Lc 11, 10).

 

UN ENCUENTRO INESPERADO EN EL CAMINO.

Desgraciadamente mi búsqueda no me ha llevado a encontrar el santo grial del ayuno. En cambio, el camino por el que he transitado siguiendo esta hilera de piedras, en especial buscando el resplandor de esa que llaman ayuno, me ha conducido a toparme con unos amigos inesperados, grandes enamorados de Jesús pero a la vez grandes desconocidos de nuestro mundo occidental.

SAN ANTONIO ABAD

Sondeando sobre el ascetismo y el origen del ayuno empezó a asomar una palabra por la que sentí “amor a primera vista”: HESICASTA. Seguramente a la mayoría os suena a chino como a mí hace unas semanas ¿y si os hablo de Theosis y Enosis, de Deificación, de la Filocalia, de la Oración de Jesús y la oración del corazón, del monte Athos, de los Padres del desierto, del Peregrino Ruso? ¿Y si os nombro a San Antonio Abad, a San Basilio, a Gregorio de Nisa y Gregorio Nacianceno, a San juan Crisóstomo? A alguno algo empezará a sonarle, a otros os seguirá pareciendo chino ¿O debería decir Griego?

Todo lo mencionado nace de la tradición cristiana de oriente, que se nos ha quedado un poco lejos y olvidad, pero ¿Por qué no? puede tener mucho que enseñarnos. Si conocemos poco a los Padres de la Iglesia occidentales, estas figuras y enseñanzas están a años luz de nuestro humilde conocimiento actual. Pero ¿sabéis qué? me parece que estos amigos me traen mi próxima PIEDRA DE ORACIÓN, prometo contároslo en el siguiente post.

CUANDO PARECE QUE “DIOS SE ALEJA”

Al volver crees que puedes con todo.

Tras una peregrinación corremos el riesgo de padecer “borrachera espiritual”, hemos andado el camino, nos hemos acercado a Dios, y ahora parece que podemos con todo. Pero nada más lejos de la realidad. Pasan los días y los torbellinos de este mundo empiezan a meterse en nuestras cabezas. Tenía pendiente este post desde hace semanas, esta es la gran prueba de lo que estoy diciendo. Le prometí a Dios que llevaría mi blog al día para que mis lectores le sacaran el máximo provecho, para que peregrinaran conmigo, pero volví de Medjugorje y en cuestión de días caí de nuevo en mi rutina de pereza, de dejar las cosas para mañana, de quitarle a Dios el primer lugar.

Nunca un hombre, por muy fuerte que se sienta, por muchas experiencias y peregrinaciones que haga, podrá solo con todo, ya que no fuimos creados así. El hombre fue creado para formar un cuerpo con los hermanos y para alimentarse de la fuente que emana el Amor de Dios, cuando olvida esto, o se cree que ya ha tenido suficiente Amor como para seguir con sus fuerzas, acaba cayendo, es lo que yo llamo “soberbia espiritual”.

Bajarse del burro.

Estos vaivenes no solo nos pasan a los peregrinos. Durante toda la vida sufrimos procesos en los que nuestra situación espiritual cambia. Este verano una amiga que perdió a su madre hace poco me decía “cuando mi madre faltó lo viví muy en paz, sentí a Dios cerca. Pero ahora Dios se está alejando. Ya se podría bajar del burro un poquito” a lo que yo respondí “¿bajarse otra vez? Pero si ya se bajó, y acabó clavado en una cruz”. Pero ese momento me sirvió para darme cuenta de que a lo largo de mi vida yo también me he sentido lejos de Dios y, al querer comprenderlo, he errado la perspectiva. Yo también le he reprochado a Dios el estar distante, el no llegarle a la gente, el poner distancia entre nosotros y Él… pero resulta que aquí los únicos que nos subimos a un burro y no nos bajamos somos nosotros ¿Y sabéis que? Resulta que los “burros” de este mundo muy raramente nos llevan a Dios.

El mundo que habitamos es un río con fuerte corriente que nos arrastra hacia la condena,  que nos aleja del manantial. Dios, sabedor de esto, quiso atarnos con cuerdas de ternura y lazos de Amor (Cf. Oseas 11, 4).

Tener cerca a Dios es un regalo, no una carga, es el yugo agradable que nos ayuda a arrastrar las carretas que durante nuestras vidas se van llenando inexorablemente de cargas pesadas. Algunos se asustan al escuchar esta propuesta, como le pasó al joven rico (Mt 19, 16-22), o a los discípulos del relato de Juan 6 (Jn 6, 60-66), SE ALEJARON DE JESÚS. No se dieron cuenta que las cruces inevitablemente llegarán, y nuestra elección es vivirlas solos o vivirlas de la mano del único que da sentido a la CRUZ, el único que a través de ella promete la salvación.

BÁJATE DEL BURRO QUE HIERRA EL CAMINO Y TOMA EL CAMINO DE LA CRUZ CON JESÚS.

 

El camino que nos acerca a Dios.

Ahora que sabemos cuál es la perspectiva correcta del movimiento – Dios es la roca (cf. Salmo 18) que nos espera, en la que podemos descansar, sobre la que podemos construir y nosotros los que nos alejamos de Él por los caminos de este mundo – busquemos la forma de manteneros al pie de esa fuente de Agua viva, o mejor aún, la forma de encontrar y andar el único camino que nos conduce a ella.

Una gran maestra de santidad nos dice: «Y el que no deja de andar e ir adelante, aunque tarde, llega. No me parece es otra cosa perder el camino sino dejar la oración». (Santa Teresa. Vida 19, 5). Errado el camino, cuando PARECE QUE DIOS SE ALEJA (por si alguno no se ha enterado, los que nos alejamos somos nosotros), lo que nos ayuda a volver a encontrarnos con Él no es otra cosa que la oración, volver la mirada a Dios.  En otro punto de su obra añade: «Toda la pretensión de quien comienza oración-y no se olvide que esto importa mucho-ha de ser trabajar y determinarse y disponerse, con cuantas diligencias pueda, a hacer su voluntad conforme a la de Dios (…). Quien más perfectamente tuviera esto, más recibirá del Señor, y más adelante estará en el camino». (Las Moradas 11, 8). De esta segunda cita aprendemos que no será tarea fácil mantenerse en la calzada, hay que trabajar para no perderse, y todo ése trabajo debe ir encaminado a encontrar la voluntad de Dios para nuestra vida y conformar la nuestra a élla. En la oración encontraremos la luz que alumbra en la dirección correcta en medio de la oscuridad y las tentaciones. Jesús recomienda: Estén prevenidos y oren para no caer en la tentación, porque el espíritu está dispuesto, pero la carne es débil.(Mateo 26, 41)

 

Orar desde la necesidad y la humildad.

A Dios le agrada sobre manera cuando nuestra oración nace desde la necesidad, de nuestras flaquezas y el dolor de sabernos pecadores, desde la humildad de mostrarnos siempre sedientos de su Amor. Y si a alguno le cuesta entender esto que no desfallezca porque no olvidemos que: El Espíritu viene en ayuda de nuestra flaqueza. Pues nosotros no sabemos cómo pedir para orar como conviene; más el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos inefables, y el que escruta los corazones conoce cuál es la aspiración del Espíritu, y que su intercesión a favor de los santos es según Dios.(Romanos 8, 26).

La Oración Cristiana no es un sedante que nos evade del sufrimiento, si no que muchas veces surge desde el dolor. En un Video Fray Nelson dice  “La oración es el puente que une nuestro dolor con el Amor de Dios”. Esto lo refleja muy bien el salmista en la oración del Miserere:

Tenme piedad, oh Dios, según tu amor,

por tu inmensa ternura borra mi delito,

lávame a fondo de mi culpa, y de mi pecado purifícame.

Pues mi delito yo lo reconozco, mi pecado sin cesar está ante mí;(Salmo 51)

El dolor no nos debe echar atrás, sino animarnos a rezar con mayor fuerza en la necesidad. Este Salmo refleja también la continua necesidad de conversión que tiene cualquier creyente,

Mira que en culpa ya nací, pecador me concibió mi madre.

Mas tú amas la verdad en lo íntimo del ser, y en lo secreto me enseñas la sabiduría.

Rocíame con el hisopo, y seré limpio,

lávame, y quedaré más blanco que la nieve.(Salmo 51, 7-9)

LA ORACIÓN ES LA HERRAMIENTA MÁS EFICAZ DE CONVERSIÓN.

 

Elevando el vuelo.

El mensaje de Medjugorje del 25 de noviembre de 1988  nos invita a encontrarnos con Dios en la oración: «Queridos hijos, os invito a la oración para que en la oración tengáis un encuentro con Dios. Dios se os está ofreciendo y dando a Sí Mismo. Pero Él busca en vosotros una respuesta a Su llamada desde vuestra libertad. Por tanto, hijos míos, guardad un tiempo durante el día en el que poder orar en paz y humildad y encontraros con Dios el Creador. Yo estoy con vosotros e intercedo ante Dios por vosotros. Por lo tanto, velad para que cada encuentro en la oración sea un gozo por haber encontrado a Dios”.

 

Entendido que el camino que nos conduce a Dios pasa por la oración, aprendamos algunas cosas sobre cómo enfrentarnos a esta tarea. Pero estos consejos no te los voy a dar yo, escuchemos a varios maestros.

 

 

Nos dice otra gran Santa Teresa, esta vez la de Calcuta.

“Dios habla en el silencio del corazón, y entonces escuchamos,
Y luego hablamos a Dios desde la plenitud de nuestro corazón,

Primero escuchamos, luego Dios habla, y después nosotros hablamos y Dios escucha.Y esa conexión es la oración, es estar unido a Dios.

 El alma de la oración, el fruto de la oración, es profundizar la Fe; y el fruto de la Fe es el amor; y el fruto del amor es servir; y el fruto de servir es paz.

 Por eso tenemos que orar para tener un corazón limpio, y si tenemos un corazón limpio podemos ver a Dios, y si vemos a Dios, naturalmente empezamos a amarnos, eso significa, los unos a los otros, y luego damos nuestras manos para servir y nuestros corazones para amar.

Y este es el comienzo de la santidad”.

Qué importante es el SILENCIO Y APRENDER A ESCUCHAR.

Otro buen “Maestro”, en este caso un tal Jesús, dice:

Cuando ustedes oren, no hagan como los hipócritas: a ellos les gusta orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos. Les aseguro que ellos ya tienen su recompensa.

Tú, en cambio, cuando ores, retírate a tu habitación, cierra la puerta y ora a tu Padre que está en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.

Cuando oren, no hablen mucho, como hacen los paganos: ellos creen que por mucho hablar serán escuchados.

No hagan como ellos, porque el Padre que está en el cielo sabe bien qué es lo que les hace falta, antes de que se lo pidan.(Mateo 6, 5-8)

Siguiendo en ésta línea CAMBIAR LAS PALABRAS VANAS POR AMOR FECUNDO nos dice San Agustín:

“Lejos, pues, de nosotros la oración con vana palabrería; pero que no falte la oración prolongada, mientras persevere ferviente la atención. Hablar mucho en la oración es como tratar un asunto necesario y urgente con palabras superfluas. Orar, en cambio, prolongadamente es llamar con corazón perseverante y lleno de afecto a la puerta de aquel que nos escucha. Porque, con frecuencia, la finalidad de la oración se logra más con lágrimas y llantos que con palabras y expresiones verbales. Porque el Señor «recoge» nuestras «lágrimas en su odre y» a él «no se le ocultan nuestros gemidos,» pues todo lo creó por medio de aquel que es su Palabra, y no necesita las palabras humanas.”(San Agustín)

DECÁLOGO DE SAN AGUSTÍN PARA ORAR (artículo de Aleteia)

 

San Pedro de Alcántara enseña que:  “La oración prolongada es la madre de la oración elevada” A la hora de ponerte ante Dios NO ESCATIMES EN TIEMPO. Jesús nos lo muestra en Lucas 6, 12 : «Sucedió que por aquellos días se fue él al monte a orar, y se pasó la noche en la oración»

Mi querida Santa catalina de siena da un consejo breve, pero en mi opinión casi el más importante de todos:“ES EN EL VALLE DE LA HUMILDAD DONDE NACE LA PLANTA DE LA ORACIÓN.”

En los momentos mas duros, cuando parece que Dios no está o no te escucha, recuerda la confianza que muestra el salmista en el Salmo 28: “roca mía, no estés mudo ante mí; no sea yo, ante tu silencio, igual que los que bajan a la fosa. Oye la voz de mis plegarias, cuando grito hacia ti, cuando elevo mis manos, oh Yahveh, al santuario de tu santidad… ¡Bendito sea Yahveh, que ha oído la voz de mis plegarias!» Como enseña San Juan de la Cruz, EN LA NOCHE OSCURA Y EN EL SILENCIO DE DIOS, EL ALMA ALCANZA LA MÁXIMA PERFECCIÓN.

 

Para terminar, 10 Consejos prácticos para el camino:

Escuchando el programa de Radio María “Compendio del catecismo”, encontré este tesoro sobre la oración y no he podido evitar transcribirlos a modo de resumen de todo lo tratado.

  1. Comienza por saber escuchar, el Cielo emite Día y noche.
  2. No ores para que Dios realice tus planes, si no para que tu interpretes los planes de Dios.
  3. No olvides, la fuerza de tu debilidad es la oración.
  4. Pedir tiene su técnica, hazlo atento, humilde, confiado, insistente y unido a Cristo.
  5. ¿No sabes qué decirle a Dios? Háblale de vuestros mutuos intereses, muchas veces, y a solas.
  6. No conviertas tu oración en un monólogo, harías a Dios autor de tus pensamientos, y Él tiene los suyos.
  7. Cuando ores no seas engreído ni caigas en falsa humildad, con Dios no valen trucos, se tal cual eres.
  8. En cuanto a las distracciones involuntarias, no te preocupes más de la cuenta, Dios y el sol broncean con sólo ponerse delante.
  9. Si alguna vez piensas que cuando hablas a Dios Él no te responde, LEE LA BIBLIA.
  10. No te conformes con buscar ratos de oración, ten VIDA DE ORACIÓN

 

LA ORACIÓN CRISTIAN NACE DE LA CONFIANZA DE SABER “DE QUIÉN ME HE FIADO” (2 Tim 1, 12),  ES UN DIÁLOGO ÍNTIMO Y SINCERO CON UNA PERSONA, CON AQUÉL QUE ESTÁ ANDANDO EL CAMINO JUNTO A TI (cf. Lc 24, 13-36). APRENDAMOS DE LA MEJOR MAESTRA EN CONFIANZA Y HUMILDAD. MARÍA, ENSÉÑAME A ORAR, A HABLAR CON DIOS Y VIVIR PARA ÉL.

LA FIESTA. Quinto día.

50.000 jóvenes en una explanada pendientes de un «escenario», cantan, bailan, escuchan, dialogan, comen, beben… y  sí, es en Medjugorje, donde cada día de esta semana tan especial, a las 19.00 como momento central de todo el programa, hemos celebrado una «fiesta» de la que salimos todos exultantes de gozo. Pero no es una alegría superficial, que igual que viene se va cuando las luces se apagan, si no que es un gozo mucho más profundo (o eso debería ser) resultante de disfrutar de la presencia del Amor, que lo inunda todo en Medjugorje.

Además, el 4 de agosto (día al que dedico este post) se celebra la memoria de uno de los mejores organizadores de «fiestas», San Juan María Vianney (Cura de Ars). Muchos, allá por el año 1820, recorrían cientos de kilómetros para verlo celebrar.

Celebrando el Amor.

Como en toda fiesta, en la Eucaristía se celebra algo muy especial, celebramos la presencia de Jesús Vivo entre nosotros, Pan Vivo bajado del Cielo, y la memoria de su entrega en la Cruz para la redención de nuestras culpa (a alguno le parecerá poco).

Es tal el Amor que se reparte en este banquete que a falta de una mesa tenemos dos. En la primera, llegamos a conocer al anfitrión, a DIOS,  a través de su Palabra, a través de la escucha. LITURGIA DE LA PALABRA.

En la segunda mesa llega el momento culmen de la Liturgia. Momento en que el Gozo se hace tan intenso que pasa de celebrarse exteriormente a celebrarse en el interior del corazón de cada creyente. Este momento tan especial, en que recordamos la Entrega del Cuerpo de Jesús en la última cena, su Sacrificio por nosotros en la Cruz y nos ofrecemos como ofrenda con Él, se llama PLEGARIA EUCARÍSTICA.

En este LINK: CATEQUESIS DEL PAPA FRANCISCO SOBRE LA PLEGARIA EUCARÍSTICA

Ambas mesas son pilares de la Santa Misa, la Palabra toma su plenitud en le Eucaristía y la Eucaristía no puede entenderse sin el todo de la Palabra revelada. De ninguna de ellas debería desperdiciarse ni una migaja… y cuántas en cambio caen continuamente en oídos o corazones que no están preparados ni se les espera, a cuántas misas hemos ido con la cabeza puesta en otros mil asuntos. En todos esos momentos, aunque NO SEAMOS CONSCIENTES, estamos despreciando regalos de Dios.

“ la Iglesia, con solícito cuidado, procura que los cristianos no asistan a este misterio como extraños y mudos espectadores, sino que, comprendiéndolo bien a través de los ritos y oraciones, participen consciente, piadosa y activamente en la acción sagrada, sean instruidos con la Palabra de Dios, se fortalezcan en la mesa del Señor, den gracias a Dios, aprendan a ofrecerse a sí mismos al ofrecer la Hostia inmaculada no sólo por manos del sacerdote, sino juntamente con él, y se perfeccionen día a día por Cristo, mediador en la unión con Dios y entre sí, para que finalmente Dios sea todo en todos” (Constitución sobre la Sagrada Liturgia, 48).

¿QUÉ ME DICES? ¿TÚ LO COMPRENDES Y ERES CAPAZ DE PARTICIPAR CONSCIENTEMENTE EN CADA MOMENTO DE ESTA CELEBRACIÓN?

San Pedro Julian Eymard,  sacerdote enamorado de la Eucaristía cuya fiesta también la hemos celebrado estando aquí, el 1 de agosto, Decía: «Sepan, oh cristianos, que la Santa Misa es el acto de religión más sagrado. No pueden hacer otra cosa para glorificar más a Dios, ni para mayor provecho de su alma, que asistir a la Santa Misa devotamente y tan a menudo como sea posible.» 

Prepararnos para este banquete.

Pensemos, cuando salimos a cenar con amigos, cuánto tiempo antes dedicamos a ducharnos, decidir qué nos ponemos, arreglarnos… y aquí viene la pregunta estrella. Cuando vas a compartir la mesa de Jesús ¿cuánto tiempo dedicas para prepararte? para nosotros este fue un día privilegiado, por la mañana realizamos el Vía Crucis de subida al Crizevack, es decir, realizamos el camino que nuestro gran Amigo hizo para llegar a la mesa del Sacrificio. No puedo imaginar mejor preparación.

 

Pero como no siempre podemos tener esta suerte, María, en sus mensajes desde Medjugorje nos recomienda como buena Madre: «Si en lugar de llegar corriendo a la Misa pudieran llegar un poco antes para prepararse, y después de haber comulgado, si se pueden quedar, tomen tiempo con Jesús para hablarle, si hacen esto hijitos, verán muchos milagros en sus vidas y menos enfermos de la mente, del corazón y del cuerpo en medio de ustedes»

MARÍA nos invita.

«Hijos, asistid a Misa cada vez que las circunstancias lo permitan» (Reina de la Paz en Medjugorje)

«En ningún otro lugar mi hijo derrama tantas gracias como en la Eucaristía, comulgar es más que ser vidente» (Reina de la Paz en Medjugorje)

Retablo hecho por la artista LIRIOS DOMENECH BARDISA en la Parroquia de Nuestra Señora Madre de la Iglesia, en Puig d’en Valls, Ibiza. En este LINK puedes ver más sobre su obra.

«Puesto que la Eucaristía es misterio de fe, que supera de tal manera nuestro entendimiento que nos obliga al más puro abandono a la palabra de Dios, nadie como María puede ser apoyo y guía en una actitud como ésta». Juan Pablo II, encíclica Ecclesia de Eucharistia.

 

 

ODRES NUEVOS. Cuarto día

¿Nunca os ha pasado que algunas cosas que veíais negras con el paso del tiempo las veis con miles de colores? ¿O no os habéis planteado porqué algunas personas lo ven todo negro?

Pues, en Medjugorje me han dado la respuesta. Todo lo que vemos, lo que decimos, está tremendamente influenciado por lo que hay en nuestro corazón.

Los corazones del Gólgota.

En la catequesis de la mañana Fra Ante Vučković nos ha hecho mirar al Gólgota (Pasión según San Lucas) y cómo los corazones de todos los que había alrededor de Jesús, influyeron en la visión de la Cruz y en sus reacciones ante ella. Los Magistrados, muertos de envidia, se burlaban del Mesías. Los romanos, desde la ignorancia de la tradición, se burlaban del que se decía rey. Pilatos, con su amor por el poder e incapacidad para enfrentarse a los judios, usa la ironía con ese cartel, INRI, que nada gustó a los judíos poderosos pero que a Pilatos le sirvió para lavar su conciencia. Vayamos ahora al pueblo, que se daba golpes en el pecho porque en sus corazones sabían que se estaba cometiendo una injusticia pero no se atrevieron ni podían hacer nada. Las mujeres y el discípulo Amado rebosaban Amor, estos son nuestro ejemplo. Pero quiero centrarme en el mayor contraste, los corazones del malo y del buen ladrón. El primero lleno de culpa, incapaz de arrepentirse del delito cometido, de aceptarse a sí mismo y por lo tanto de aceptar la injusticia cometida contra el que pasa la misma cruz que él sin causa justificada. En cambio, nuestro querido San Dimas, fue capaz de arrepentirse, aceptar su culpa y mirar a Jesús con ese corazón nuevo. Así, Antes de su muerte, tuvo la Gracia de poder decirle a Jesús cara a cara que se acordara de él y Pudo escuchar de la boca del mismo Jesús la promesa de su salvación.

El mismo evangelio leído en la misa de hoy, 3 de agosto,  habla de cómo en la sinagoga en su tierra fueron incapaces de aceptarle, simplemente por los prejuicios encapsulados en sus corazones, causados por el conocimiento del origen humilde de ese que llamaban Maestro.

Purifica tu corazón y verás a Dios.

Esto no es una falsa promesa, nos lo dice Jesús en las Bienaventuranzas (Mt 5,8). Nuestro mundo nos bombardea con las ideas de «no tienes suficiente», «tienes que ser el más…», estos pensamientos llevan a envidias, orgullo, falta de aceptación, prejuicios. Todo esto habita en nuestros corazones y poco a poco los va pudriendo, nos convierte en magistrados, en soldados romanos, en Pilatos o peor aún, en mal ladrón.

Te animo pues a purificar tu corazón envejecido, que se haga nuevo para poder albergar el Vino Nuevo que Dios nos ofrece. (Mt 9, 16-17)

El arma purificadora.

Tras esta reflexión quiero volver a los mensajes de Medjugorje. María nos invita a purificar nuestro interior en los sacramentos (confesión, Eucaristía) pero además, una de las «piedrecitas» que nos regala en sus mensajes es la herramienta por excelencia para la Purificación, EL AYUNO.

El ayuno no es una mortificación gratuita que hacen los más CRISTOFRIKIS. Todos en la iglesia estamos llamados a hacerlo de una forma u otra, de la misma forma que todos estamos llamados a la oración. Pero no os asustéis, al igual que la oración también hay muchas formas de afrontarlo. Se trata de librarnos de aquello que nos ata, lo que nos sacia temporalmente para facilitar la búsqueda de lo que nos libera y nos llena eternamente.

María nos invita a ayunar con el corazón. A esto se refería Jesús con su «Misericordia quiero y no sacrificios» a que el sacrificio no debe ser por un aparentar o un cumplir rutinario, debe estar impregnado de Amor (Misericordia) y llevarnos a aumentar nuestra cercanía con Dios y con los demás.

El ayuno es incluir nuestra faceta corporal en la oración. Es convertir el cuerpo de fuente de pecado a fuente de santidad. El ayuno y la oración combinados son los medios más eficaces para disponer el corazón en Paz y Libertad, para restaurar nuestros corazones.

Purifica y renueva el odre de tu corazón con sacramentos, ayuno y oración para, recibiendo el Vino Nuevo de Cristo y pasar de mal a buen ladrón. Así serás bienaventurado porque verás a Dios.

P.D.: os voy a ser muy sincera, esto del ayuno os lo cuento desde la teoría, porque practica todavía no he sido capaz

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