Hablemos, la Fe nace de la Palabra.

ID AL MUNDO ENTERO Y PROCLAMAD EL EVANGELIO

¿Porqué no? me pregunto cada vez que se me presenta la oportunidad de sacar el tema de Dios en alguna conversación.

Jesús nos dice «Quien escucha mi palabra y cree al que me envió posee la vida eterna» (Jn 5, 24) ¿Cómo haremos que en nuestro mundo renazca la Fe en Dios si no hablamos de Él? Así que a partir de ahora, cada vez que se aproxime el tema, di ¿porqué no? si «La fe nace del mensaje que se escucha, y la escucha viene a través de la palabra de Cristo» (Rom 10, 17). El mismo Cristo nos lo encomendó «Id al mundo entero y proclamad el Evangelio a toda criatura» (Mc 16, 15)

Hace unos días entablé una de estas conversaciones, fue algo así:

En un bar, pidiendo una tortilla de patata sin patata.

Cliente: Camarero, tráigame una tortilla de patata sin patatas, por favor.

Camarero: Disculpe, pero eso que usted pide no es una tortilla de patata, aquí lo llamamos tortilla francesa.

Cl: pero mire, a mi es que la tortilla francesa no me sacia ni me sabe tan rica, quiero una tortilla de patata. Pero recuerda, sin patatas.

Ca: A ver, voy a intentar entenderle ¿porqué no quiere patatas?

Cl: Los cultivadores de patatas son unos aprovechados, mataron a los indios para traer todas las patatas posibles del nuevo mundo. Sobre explotan la tierra y a sus trabajadores, incluso abusan de alguno de ellos.

Ca: Nosotros le compramos las patatas a un buen hombre que regenta un negocio local, que conoce y ama el mundo de la patata y hace su trabajo de la mejor forma posible respetando a sus trabajadores.

Cl: Será una excepción, la mayoría con unos caraduras, hacen las normas a su gusto para mantener el monopolio y controlar los precios y así controlan también a los consumidores de patatas, a mi no me vana controlar, por eso no quiero patatas. Ahora tráigame la tortilla de patata que le he pedido, porque es la más sabrosa, la que me calma el hambre y la que mejor sienta.

Ca: Marchando entonces una tortilla de patata, sin patatas.

Al terminar de comer

Cl: Vaya, resulta que esto no es suficiente para calmar el hambre que tenía, tráigame un postre bien dulce.

Cambia la palabra tortilla por Religión Católica, y la palabra patata por Sacramentos o Sacerdotes, y lo dulce… bueno, eso a interpretación de cada uno.

Como esta conversación, sin sentido, me suenan las que tengo cada vez que sale el tema de la religión con un cristiano católico de los que dicen «no practico» o «no creo en la iglesia y los curas». En definitiva, buscan una tortilla de patata sin patata.

En esta conversación te puedes sentir identificado con el cliente, si tu forma de afrontar la Fe es tibia y te excusas diciendo que es a causa de los demás (sacerdotes, misas aburridas, normas antiguas …). Si es tu caso por favor, no te ofendas, no dejes de leer, me gustaría contarte algo. Si en cambio te has sentido identificado con el camarero, sólo me queda recomendarte que tengas mucha paciencia, nada que Jesús no nos enseñara ya con su ejemplo.

La patata en el Reino de Dios.

Comparar el mensaje de Jesús (el Reino de Dios) con una tortilla de patata es un poco atrevido, pero quería plantear una conversación totalmente carente de sentido, como sin sentido es querer entender el mensaje de Jesús sin esa patata. Sabiendo que le tortilla es el Reino ¿qué es la patata? ¿Qué es aquello que le da al mensaje de Jesús ese sabor especial, esa textura que a todo el que lo prueba de corazón le enamora? Pues mirad, ese privilegio yo se lo adjudico a la GRACIA.

Por si alguno anda un poco perdido, la Gracia Divina no significa que Dios te haga reír. La GRACIA es una participación gratuita de la vida sobrenatural de Dios (Catecismo Iglesia Católica 1996-1997). DE LA GRACIA NACE EL HAMBRE DE VIDA ETERNA, LA VOCACIÓN A FORMAR PARTE DE SU REBAÑO AMADO. LA GRACIA ES UN REGALO DE DIOS, QUE SE RECIBE EN EL BAUTISMO Y SE PIERDE CUANDO PECAMOS GRAVEMENTE, CUANDO VOLUNTARIAMENTE NOS ALEJAMOS DE ÉL. LA FORMA DE RETOMAR ESTA AMISTAD, ESTA PARTICIPACIÓN EN LA VIDA DIVINA, SON LOS SACRAMENTOS. DE ELLA FORMAN PARTE LOS DONES  DEL ESPÍRITU SANTO QUE NOS DAN LA FUERZA NECESARIA PARA PARTICIPAR EN LA OBRA DE DIOS.

ÉL TE OFRECE AGUA VIVA, FUENTE DE VIDA ETERNA

En palabras de Jesus a la Samaritana «el que beba del agua que yo le daré nunca más tendrá sed: el agua que yo le daré se convertirá dentro de él en un surtidor de agua que salta hasta la vida eterna» (Jn 4, 14), este agua es precisamente su GRACIA.

Llegados a este punto merece la pena recalcar que Dios nos creó libres, eso quiere decir que en nuestra mano está aceptar o rechazar este gran regalo que nos hace, la GRACIA.

 

La GRACIA es el motor que nos mueve a ser Santos, a querer (y poder) imitar a Jesús. «Si yo, el Maestro y el Señor, os he lavado los pies, también vosotros debéis lavaros los pies unos a otros: os he dado ejemplo para que lo que yo he hecho con vosotros, vosotros también lo hagáis.» (Jn 13, 14 – 15). Si notas que te alejas de su camino de nada te servirá correr detrás de él, no le cogerás. Busca la GRACIA y ahí encontrarás de nuevo el sendero hacia la Salvación.

 

¿Donde buscar la GRACIA?.

La GRACIA se cultiva en el Corazón de la Iglesia Católica, que no es otro que sus comunidades.

La GRACIA se cosecha a través de los sacramentos, en especial la Eucaristía (Comunión) y la Reconciliación (Confesión) por ser a los que acudimos periódicamente.

Los labradores especializados cultivar GRACIA son los sacerdotes. «Todo lo que atéis en la tierra quedará atado en los cielos, y todo lo que desatéis en la tierra quedará desatado en los cielos.» (Mt 18, 18). «A quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos» (Jn 20, 23) . Todo esto se lo decía Jesús a sus discípulos más queridos, de quien los Obispos y sus ayudantes los sacerdotes, son sucesores.

¿Seguirás pidiendo tu tortilla sin patata?

Tú, que te dices Cristiano (seguidor de Cristo) pero que no vas a Misa, que no te confiesas, que no «crees» en la labor de los sacerdotes. ¿De verdad piensas que tu Fe está completa? ¿De verdad piensas que puedes llegar a imitar a Jesús sin ese regalo que es la GRACIA?. Prueba ir a Misa  y notar como Dios sigue ahí presente, hecho carne, nota como la comunidad te apoya y anima a ser más parecido a Jesús cada día. Acercáte por el confesionario y cuéntale al sacerdote los motivos por los que crees que estás alejado del Amor de Dios, de su GRACIA.

No seas tímido, pide tu tortilla con patata, vivirás una experiencia totalmente nueva.  Por tanto, el que está en Cristo es una nueva creación; pasó lo viejo, todo es nuevo. Y todo proviene de Dios, que nos reconcilió consigo por Cristo (2 Co 5, 17-18).

Y tú, que sabes perfectamente de lo que hablo pero a veces te parece imposible recibir ese regalo, por tu imperfección, por tu debilidad, por tu falta de compromiso… piensa quien es la LLENA DE GRACIA, piensa a quién Dios llenó de dones para que nada más tengas que pedírselos para recibirlos. Ella, su Madre, la Virgen María, está deseando que te dirijas a Ella con confianza y simplemente le digas «Dios te Salve María, llena eres de GRACIA…» Como decía San Luis de Monfort «María es el camino más corto, más seguro y más perfecto para llegar a Dios».