Nos encontramos viviendo el tiempo del año litúrgico en el que más se invita a la ALEGRÍA Y a REGOCIJARNOS (cómo hace el Papa en su última exhortación apostólica). Cada año, la Iglesia nos recuerda que todo un Dios se entregó por nosotros y ha resucitado, por si de un año a otro resulta que se nos olvida.

UNA SEMANA SANTA MUY ESPECIAL.

Este año mi Pascua ha comenzado de una forma muy especial. En lugar de irme a Jerez, como cada año, me metí en un poblado misionero de Verbum Dei, y traje a mi madre, mi hermana y mi sobrina de año y medio. Más allá de la locura que fue estar en un alojamiento rural con una bebé, fue toda una bendición. Hace poco leí una cosa que, durante esta Semana Santa, se me ha revelado como cierta; cuando se lleva todo organizado, controlado y atado no se da lugar a la acción del Espíritu Santo, en cambio, si en cierto modo te abandonas en Dios y confías en Él, al final, Él actúa y todo toma un color muy especial. Sí, Dios actúa en tu vida, te concede Gracias y Dones para ayudarte en tu camino de salvación, algunos que has pedido y otros que ni siquiera has imaginado, esto se llama providencia Divina (La creación tiene su bondad y su perfección propias, pero no salió plenamente acabada de las manos del Creador. Fue creada «en estado de vía» (in statu viae) hacia una perfección última todavía por alcanzar, a la que Dios la destinó. Llamamos divina providencia a las disposiciones por las que Dios conduce la obra de su creación hacia esta perfección. Catecismo IC, 302)

Madre de la Divina Providencia

DÉJATE LLEVAR

Me encontraba yo viviendo esta alegría, centrada en un pensamiento muy esperanzador: DIOS ACTÚA EN MI VIDA PARA IMPULSARME A LA PERFECCIÓN POR SU DIVINA PROVIDENCIA, cuando, en mitad de la Pascua, me invitaron a un retiro de silencio en el Poblado Misionero. Mi primera reacción fue pensar “pero hombre ¿silencio ahora? eso es más para Adviento o Cuaresma, ahora sólo me apetece gritar ¡JESUCRISTO HA RESUCITADO!”. Pero si te dejas Él te lleva, María fue un gran ejemplo en el abrirse a su voluntad, a su providencia, tanto que en una de sus advocaciones es llamada así, Madre de la Divina Providencia. PÍDELE AYUDA SI TE CUESTA. ABANDONARTE A ÉL.

Así que allí acabé, cinco días de Pascua en silencio. Gracias a haberme dejado llevar por el Espíritu y no por mis prejuicios, he descubierto algunas cosas muy bonitas y que preveo me van a ayudar mucho.

ENCONTRÉ EL TESORO ESCONDIDO.

Estando en silencio y recogimiento el tiempo se multiplica, probadlo y veréis. Da tiempo a mil cosas que normalmente ni te planteas, como por ejemplo repasar todos los libros de la Biblia y echar un vistazo a aquellos que jamás has leído. Este era mi caso con los Sapienciales.

Sapiencial tiene que ver con la Sabiduría, la de Dios. Hace referencia a un conjunto de Libros del antiguo testamento: JOB, PROVERBIOS, ECLESIASTÉS, SABIDURÍA y ECLESIÁSTICO (los poéticos también los califican algunos como sapienciales, pero son más conocidos: SALMOS Y CANTAR DE LOS CANTARES). Se diferencian de los históricos, por no narrar la historia del Pueblo, y de los proféticos, porque no reflejan palabras de Dios que salen por la boca de los hombres (profetas). Sí son Palabras inspiradas por Dios, por supuesto, pero que brotan del corazón de los autores, corazones llenos de sabiduría y de Amor de Dios, vamos, como puede ser el tuyo y el mío si nos lo proponemos.

Tengo que decir que HE DESCUBIERTO UN TESORO, un tesoro que siempre he tenido delante, gracias a Dios lo he encontrado antes de vender el terreno (Mt 13, 44). Están llenos de consejos para la vida, que aunque escritos hace miles de años son totalmente aplicables hoy. Lo absurdo del placer por el placer (Ecle 2), la importancia de la humildad y la docilidad (Eclo 3, 17-31), el porqué del sufrimiento de los justos y cómo llevarlo santamente (Job) y en general mil aspectos sobre la Sabiduría, a la cual todos debemos aspirar.

¡¡¡¡¡¡ QUE VIENE QUE VIENE!!!!!!

Otra cosa preciosa, que me han recordado y que he sentido durante la vivencia del silencio, ha sido que Dios no nos ha dejado huérfanos (Jn 14, 18), aunque a veces nos sintamos un poco solos. Cuando Jesús se fue nos dejó un compañero genial (Jn 20, 22).

Este compañero se hace especialmente presente al final de la Pascua, dentro de unos Días. Con una fiesta muy especial la Iglesia vuelve a recordarnos cada año que Dios nos Ama hasta el extremo, que vive con nosotros, vive en nosotros. En el retiro me lo han presentado como compañero de viaje, sobre una moto. Él va a los mandos (si yo le dejo, que va a ser que sí). Pero dejarle no es suficiente. Es capital que yo, de copiloto, me adapte a sus movimientos (mociones espirituales). Porque ¿sabéis qué pasa cuando un copiloto no acompaña adecuadamente los movimientos de la moto? Pues que se estrella.

Entonces atentos ¡¡¡que viene que viene!!! el 19 de mayo, PENTECOSTÉS, como cada año tenemos la especial suerte de que el Amigo que Jesús nos dejó vuelve a pasar con su moto, volvemos a tener la oportunidad de subirnos y cederle los mandos de nuestra vida, pero no os olvidéis de ser dóciles y de practicar los REFELJOS ESPIRITUALES para que la travesía motera, vuestra vida, llegue a buen puerto.

FELICIDAD EN EL SILENCIO.

Por último, he aprendido que en la soledad y el silencio del desierto, en la tienda de encuentro (Ex 33, 7), la Felicidad, la Paz y el Amor de Dios (sus Palabras) resuenan de una forma muy especial. No en vano la anunciación se produjo en el silencio de una habitación, la Natividad en el silencio de una cueva, vivió Jesús treinta años en el silencio del hogar de María y José y durante su Pasión las Palabras fueron mas bien escasas. María, presente durante estos silencios, estaba atenta y lo guardaba todo en su corazón (Lc 2, 51). Pidámosle ayuda para aprender a sacar la sabiduría que habita en todas las cosas de su Hijo, especialmente las que transcurrieron en silencio. 

El autor de la imitación de Cristo nos dice: En el silencio y sosiego aprovecha el alma devota y aprende los secretos de las Escrituras. Allí halla arroyos de lágrimas con que lavarse y purificarse todas las noches, para hacerse tanto más familiar a su Hacedor cuanto más se desviare del tumulto del siglo (libroI, 20.6)

En medio del mundo tendemos a desordenar nuestros afectos y volvernos esclavos de las cosas y las personas, como le pasó a Sansón con Dalila, el más fuerte, fue atado por haberse apegado demasiado a una mujer. (Jueces 16). Para que no nos pase eso, acabar atados a este mundo, hay que parar, ordenar y replantar el huerto de nuestro corazón (cada planta que crece allí tiene que ser para dar frutos de Reino, y no del mundo). Hay que arreglar la vaya y  poner un buen guarda. Esto nos lo explica Jesús en Lucas 11, 24-26: De nada sirve arreglar y ordenar nuestra casa si, cuando vuelve el espíritu malo que ya echamos, las puertas están sin guardar o la vaya rota. El guarda no es otro que Jesús, y la cancela la Sabiduría de Dios que brota de su Palabra y guardamos en nuestro corazón. Prepara un sitio bueno y seguro donde guardar el Amor, así nadie te lo quitará, y cuando te toque echar mano de Él durante la batalla, lo encontrarás y vencerás.

Para realizar esto no hay que meterse a ermitaño, es mucho más fácil. Hace poco vi una película que lo explicaba muy bien, EL CUARTO DE GUERRA (altamente recomendable) . En tu vida diaria búscate un sitio recogido, donde poder parar y aislarte de los «ruidos», entra, cierra la puerta (Mt 6, 6) y prepárate para escuchar la Voz de tu Creador, de tu Salvador, del que más te ama.

En el silencio nada te distrae de la fuente de la verdadera Felicidad ¿Te lo vas a perder?