A mucha gente le cuesta entender lo que ocurre aquí en Medjugorje. ¿Qué hace que decenas de miles de peregrinos abran, casi sin excepción, su corazón a Cristo?

El abrazo y la caricia de Dios.

A veces cuesta entender algunas cosas, como por ejemplo la eucaristía, o la confesión, porque existe una imagen distorsionada De Dios. Algunos le ven como un duro juez, otros como un padre severo, y otros como un tirano controlador.

Hoy en la catequesis, Monseñor Rodríguez Carballo, nos ha animado a mirar la Palabra De Dios para ver realmente cómo ES Dios. Jesús no duda en sentarse con pecadores y publicanos ¿así actúa un tirano exigente de una estricta moralidad? No, lo hace un Dios que se pone a la altura de la imperfección humana. Y cuando murmuran sobre él responde con la tierna historia del Buen Pastor (oveja perdida). ¿Se muestra aquí a un pastor obsesionado con el control? No, se nos muestra un Dios preocupado por todos y cada uno de sus hijos, que deja a 99 para encontrar al que se pierde y que hace fiesta al encontrarlo.

Dios no obliga ni juzga, si no que ama infinitamente, acaricia y abraza a cada uno de sus hijos. Él da el primer paso de la relación, pero por supuesto hay que dejarse amar ¿y tú, te dejas abrazar?

María primera discípula.

La misa, celebrada por el nuncio apostólico en Bosnia-Herzegovina Luigi Pezzuto, ha seguido inspirándonos sobre el eterno Amor de Dios y cómo debemos acogerlo.

Un cristiano que quiere entender las cosas de Fe no debe sentirse juzgado ni obligado por Dios, si no profundamente amado. De esa certeza es de donde sale la verdadera sabiduría, que nos lleva a entender, y el seguimiento convencido, que nos convierte en sus discípulos.

Imagina a Dios pasando delante de ti, pararse, mirarte con amor y decirte SÍGUEME, como hizo con Pedro, con Tomas, Mateo y los demás discípulos. Pero, sorpresa, ellos no fueron los primeros en captar sus palabras, en aceptar su abrazo.

María tiene el gran privilegio de ser Madre de Jesús, verdadero Dios y verdadero hombre. Pero lo primero en ella no fue ser Madre De Dios, si no discípula. María escuchó el Sígueme De Dios con el corazón de par en par, aceptó aquel Amor. María encarnó en su seno al Dios que ya estaba encarnado en su corazón. Y ser discípulo no es otra cosa que eso, dejar que Dios se encarne en nosotros, llevar a Cristo vivo a nuestro entorno, nuestra familia, nuestro trabajo.

La Anunciación es para ti.

Hoy, 2 de agosto, la cosa va de Ángeles , ya que celebramos la Virgen de los ángeles, fiesta grande franciscana (para el que no lo sepa, la parroquia de Medjugorje es franciscana). Y ¿qué tienen que ver Los Angeles en todo esto? Pues resulta que a María fue un Ángel el que le manifestó el deseo concreto De Dios para su vida. Su saludo fue «alégrate llena de Gracia, el Señor está contigo». No le pidió que se arrodillara, ni que rezara, su recomendación fue ALÉGRATE, Dios ya está contigo, disfrútalo , y ella lo entendió a la perfección.

Este es el momento en que quiero anunciarte algo, este anuncio del ángel no es exclusivo para María, si no que se nos hace a todos y cada uno de nosotros. Dios nos quiere ALEGRES , Dios quiere que abramos el corazón para poder llenarnos de su Gracia, quiere que nos dejemos abrazar y acariciar por Él. Jesús nos llama para que seamos sus discípulos convencidos y sepamos que nuestra labor en esta vida es LLEVAR SU LUZ AL MUNDO y, cómo el Ángel hizo con María, llevar su anuncio a otros.

¿Qué pasa en Medjugorje?

Hoy hemos tenido ya el programa completo del festival, incluida una aparición de la Virgen por la mañana a una de las videntes. El programa consta de catequesis, testimonios rosarioS y misa, además de un acto especial por la noche (cada día es diferente). Hoy ha tocado adoración a la Cruz por ser viernes, cada viernes en Medjugorje se celebra este veneración De la Cruz, y una meditación con velas en la que desde el cirio pascual La Luz de Cristo se extiende por la explanada.

Espero que esto que os he contado sirva para entender un poco mejor porqué 50000 personas, en pleno verano, en Medjugorje abren plenamente y sin reservas su corazón a Cristo.

Alabados sean Jesús y María.