El viaje.

Sobre esto no voy a contar mucho. Salimos a las 2230 de Valencia. Vuelo desde Barcelona a las 0600 hacia Dubrovnik y tres horas de bus a Medjugorje con curvas, curvas y más curvas.tengo que confesar que le paisaje me pareció precioso, aunque las curvas se me hicieron pasadísimas. Tras pasar tres fronteras (salir de Croacia por Bosnia y volver a entrar) llegamos a las 1130 al pueblo, alojarnos y comer, todo muy tranquilo.

De camino

 

 

 

 

Con Brigita ☺️

La primera jornada vespertina.

Esta tarde fue una tarde normal Medjugoriana. Comenzamos rezando el rosario, a las 1900 misa y finalmente bendición. Fue una jornada muy bonita, ya que muchos acabábamos de llegar y era la primera vez que nos encontrábamos frente a la parroquia. Tras la parroquia hay un altar de campaña con una gran explanada delante.

El altar

A los lados una colección de confesionarios donde a todas las horas puedes ir a confesarte en casi cualquier idioma. En esta época de calor es bonito ver a decenas de curas confesando sin parar al aire libre. Uno se hace consciente de la cantidad de gracia que aquí se derrama a través del sacramento de la confesión, haya o no haya Virgen. Mi humilde opinión, por La Paz y el Amor De Dios que aquí se siente, es que si la hay. Aunque es cierto que el Vaticano no ha reconocido tal certeza, esto no podía dejar de comentarlo.
El rosario, a pesar del calor que hacía, se pasó volando. No se reza un rosario, no, se rezan dos del tirón, pa que no falte. En mitad del segundo, todos los días a las 1840, se produce un silencio colectivo y solo suena un violín, casi mágico, la Virgen se sigue apareciendo todos los días a esa hora a uno de los videntes.
La misa posterior fue también preciosa. La música muy envolvente y la homilía directa al corazón.
Tras estas actividades ya tocaba cena y a dormir pronto. Que el día siguiente había que madrugar.

La meditación.

Sin ánimo de enrollarme mucho, porque mañana hay que madrugar, os voy a contar algunas cosas que durante el día de hoy han pasado por mi cabeza. Como la jornada vespertina ha sido la única actividad de hoy, lo que más me ha hecho pensar ha sido la homilía, muy basada en las lecturas del día. El predicador ha hecho hincapié sobre los «dioses» que adoramos. ¿Cuáles son los tesoros que valoras en tu vida? El dinero, perder el tiempo con los colegas, salir de copas … tenemos que darnos cuenta que el Gran Tesoro en esta vida es Dios, y que va a ser el único tesoro que durante las tempestades del día a día nos va a poder dar Paz.

Jesús el Tesoro escondido

Fue el día de San Ignacio de Loyola, gran ejemplo para todos los que queremos llevar una vida en meido de este mundo teniendo a Dios presente. Una de las cosas que pedía San Ignacio a Dios era la gracia para poder identificar sus pecados y fuerza para no volver a caer en ellos. Te animo a que se lo pidas tú también.