Jornada matutina.

La mañana comenzó muy agradable, con felicitaciones a nuestros dos sacerdotes, padre John y padre David, ya que ambos son curas diocesanos y éste era el día de su patrón, como el de todos los sacerdotes que tienen cura de almas.
La jornada matutina como cada día empezó con la oración seguida de la magnífica segunda catequesis de Jacques Phillippe. Este día el sacerdote de la Comunidad de las Bienaventuranzas nos habló sobre la VERDADERA LIBERTAD. Recalcó el mensaje de Libertad que trae el Evangelio, y cómo la Virgen María ha sido la criatura más libre que ha existido ante Dios. Puntualizó cuatro errores que la sociedad moderna suele cometer a la hora de interpretar la libertad.

  1. Confundir libertad con poder, con tener la capacidad y autoridad sobre otros que nos permiten hacer y conseguir muchas cosas.
  2. Identificar la libertad con la posibilidad de escoger.
  3. Confrontar libertad con independencia.
  4. Confundir libertad con espontaneidad.

Testimonio de la danza (orar con el cuerpo).

Tras la catequesis escuchamos uno de los testimonios que más me ha llegado. No fue un testimonio impactante, si no más bien práctico. Primero os tengo que poner en antecedentes. Es costumbre ya en el festival que cada jornada matutina y vespertina, mientras el coro anima los descansos entre testimonios y en algunos otros momentos, sale al escenario un grupo muy simpático de jóvenes, liderado por una monja muy animada. Este grupo propone una sencilla coreografía desde el escenario y toda la explanada sigue su ritmo.Este día le tocó contar su testimonio a esta religiosa , sor Marie-Emanuelle. Relató cómo fue su camino para llegar a esta forma de orar, porque en este caso bailar es eso, orar, alabar a Dios. Puso un ejemplo muy bonito de baile, el de Juan en el vientre de su madre Isabel al llegar la Virgen. Según relató, el verbo usado para definir el movimiento del niño es el mismo que el usado en el antiguo testamento para hablar sobre los movimientos del rey David ante el arca de la alianza. Al bailar así El Niño en su interior, Isabel quedó llena del Espíritu Santo.
Al finalizar nos dio tres consejos en mi opinión muy útiles para todos aquellos que disfrutamos expresándonos con nuestro cuerpo. Cuando queramos expresar nuestra alabanza a Dios con nuestro cuerpo, incluso en la intimidad:

  • Debemos ponernos bajo la mirada De Dios.
  • No tenemos que olvidarnos de sonreír a Dios, porque por supuesto El se deleita con nuestra alabanza y nos sonríe.
  • Y por último aprovechar estos momentos, mientras bailamos, para hablar también con Dios.

Alguno pensaréis que porque me ha llegado tanto este testimonio. Pues resulta que no creo que todas las personas que nos expresamos más fácilmente así (rítmicamente, con nuestro cuerpo) tengamos que estar relegados a las reuniones carismáticas, me niego. No me mal interpretéis, no tengo nada contra esta comunidad, pero me gusta mi parroquia. Me encantaría que no me miraran como un bicho raro si durante algún momento de la Eucaristía me da por extender los brazos o levantar las manos, o si me apetece danzar levemente durante la canción de ofrendas o de salida, al fin y al cabo estoy ante Dios, y sólo entre Él y yo es la comunicación.

Aunque creo que cambiar esto va a ser complicado, a raíz de este testimonio me he propuesto intentarlo, por lo menos en mi entorno. Empezando por aquí:

Amigos, por favor, NO OS PASÉIS LAS MISAS CON LOS BRAZOS CRUZADOS, extendedlos ligeramente cuando estéis ofreciendo algo a Dios, abrid vuestras manos cuando le pidáis algo, ponedlas sobre el corazón cuando pidáis perdón… Esto son solo algunos ejemplos, por supuesto todos estos movimientos sin aspavientos y sin distraer al resto de la asamblea. Veréis como el disponer vuestro cuerpo según la intención de cada momento eucarístico os ayudará también a disponer vuestras almas y poder así vivir una Eucaristía única cada día, ADIÓS MISAS ABURRIDAS.

VIDEO CATEQUESIS Y TESTIMONIOS DE LA MAÑANA 04 AGOSTO.

Comunidad Cenáculo.

Por la tarde/noche tuvimos sesión de cenáculo. El cenáculo es una comunidad, fundada por Sor Elvira en Italia allá por 1983, y desde entonces se ha extendido por todo el mundo llegando a varios puntos estratégicos para la fe como Lourdes o Medjugorje. En estas casas, gente descarriada y perdidos en la droga y otros problemas de nuestro mundo, encuentran descanso,  renovación personal y sanación a través del Amor De Dios y la vida en comunidad. Varios jóvenes de esta comunidad nos contaron cómo la oración y la santificación personal han sido su mejor tratamiento contra los excesos que nuestra sociedad nos pone en bandeja. Son ejemplos extremos, pero debemos ver que, al igual que para ellos, el camino de oración y santificación es efectivo para todos nosotros. 

 

Tras la eucaristía tuvimos la actuación del cenáculo. Muy generosamente estos jóvenes y todos los que forman La comunidad habían preparado un musical/teatro recorriendo varias escenas de antiguo y Nuevo Testamento. Fue precioso ver cómo realmente estos chicos, que habían llegado cargando cada uno sus problemas y viniendo de entornos inapropiados y destructivos, fueron capaces de crear algo tan mágico sobre el escenario, sin saber actuar o bailar, y cómo  viven a día de hoy el mensaje de Jesús, de una manera tan especial y tan profunda…  Así nos lo transmitieron a todos los presentes.

Presenciando en una hora un resumen magistral de todas las celebraciones principales del año litúrgico recordé la homilia de este día. El cura nos invitaba a no vivir las fiestas a lo largo del año de forma superficial, así como a buscar nuestras fiestas, celebraciones personales que conmemoren la actuación De Dios en nuestras vidas. Detenernos en esos acontecimientos, contemplarlos y agradecerlos. Nos animaba a tener un CALENDARIO LITÚRGICO PERSONAL para que nuestra Fe sea así no sólo doctrina (que también) si no que esté arraigada en nuestro día a día, en nuestra vida

TESTIMONIOS CENÁCULO

VIDEO SANTA MISA

Los sacerdotes.

Tal día como hoy no podía dejar de hablar de ellos, los pacientes, los trabajadores, los consoladores, los amantes de Jesús, muchos de ellos santos en vida (o como vimos el post anterior incluso mártires). A menudo se usa el desliz de uno de ellos para hacer mucho ruido, pero a mi alrededor son muchísimos mas los que engrandecen la vida humana que los que la desprecian. Estos hombres hacen que nuestras vidas sean mas grandes, fluyan hacia Dios y reciban de Él la Gracia necesaria para enderezar este mundo. Ellos son canales de la Gracia Divina, sin ellos la Gracia se estancaría en unos poquitos y afortunados santos. Sin ellos, la gente de a pie, los que no somos perfectos, no tendríamos posibilidad de reconciliación, porque ellos y sólo ellos pueden perdonar los pecados en nombre de Dios. Sin ellos no tendríamos el milagro de la presencia de Dios vivo entre nosotros, porque ellos y solo ellos pueden consagrar el pan y el vino.

Este viaje no ha sido menos. Nos han acompañado dos sacerdotes estupendos, el Padre David y el padre John. Eran como la cara y la Cruz de una moneda, diferentes pero se complementaban a la perfección. Han sabido darnos en todo momento durante el viaje lo que cada uno hemos necesitado.

El padre David es un cura diocesano muy jovial y parlanchín, además de muy bien preparado como he podido constatar. Hemos tenido conversaciones muy interesantes y ha dado respuesta a todas mis preguntas (que no han sido pocas). Bueno, a todas menos a una pero fue por circunstancias ajenas a él, además por algo sería, porque finalmente la respuesta me llegó y sobre este tema que quedó en el aire voy a hacer otro post.

El Padre John es de Venezuela, más práctico que teórico , es portador de un aire diferente. Se nota como trae consigo una brisa nueva de allende los mares y estoy segura de que durante su estancia en Valencia va a dejar muy buenas semillas.

No puedo dejar de nombrar al Padre Javier, que tanto me aguanta durante el curso en nuestra Parroquia. También tuvo el pobre que encontrarse conmigo aquí, en la peregrinación estival que se supone que es para desconectar. Hasta nos trajo un pastel de zanahoria de una de las parroquianas de Valencia. Gracias Rosa, estaba delicioso.ASÍ QUE GRACIAS A LOS TRES Y GRACIAS DE CORAZÓN A TODOS LOS SACERDOTES.