AUNQUE A VECES NO TE LO PAREZCA

Si a la primera no te enteras…

Es tanto lo que he descubierto este mes y medio que se me ha hecho muy difícil decidir sobre qué escribir o por dónde empezar. Pero como veis aquí estoy escribiendo, y como siempre, con la ayuda de Dios.

Hace unas semanas acudí a un retiro en Loeches (Madrid). Comenzamos con unas pautas (meditación guiada) sobre la oración, nos hablaban de la parábola del Fariseo y el Publicano (cf. Lc 18, 9- 14). Ahí Dios ya me estaba guiando sobre lo que debía escribir, pero yo no me enteraba. Llegaron las pautas del segundo día del retiro. Durante varias meditaciones le dimos vueltas y vueltas al pasaje del ciego de Jericó (cf. Mc 10, 46-52), una historia sumamente enriquecedora que os animo a saborear y meditar. Te cuento esto para que veas que nuestro Padre no desiste fácilmente, que aunque a veces te parezca que se ha cansado de escucharte o de esperarte, de llamarte o de guiarte, Él sigue intentando mostrarnos el camino aunque nosotros nos desconectemos o nos alejemos.

¿qué tienen de reiterativo estas dos historias? si tienes tiempo te animo a leerlas antes de seguir.

EL JOVEN RICO

Mis nuevos compañeros de camino.

Entendemos la importancia de la comunidad, de andar en compañía de gente que apunta al mismo destino que tu. Pero hay otros caminantes que nos pueden ayudar mucho a progresar. Gente que ha pisado las mismas veredas y de una forma u otra nos ha allanado el camino. Hablo de los santos, oficiales y no oficiales, de todas esas personas de las que tenemos conocimiento que han tenido vidas ejemplares

Durante este mes he entablado una relación muy especial con algunos de ellos. Muchos Padres de la Iglesia (los orientales) grandes desconocidos para mi. Todos conocemos a San Agustín, San Gregorio, San Jerónimo, y sus enseñanzas siguen resonando a nuestro alrededor muy decididamente, pero ¿San Atanasio de Alejandría, San Basilio, San Gregorio Nacianceno, San Gregorio de Nisa, San Juan Clímaco? muy distantes de nosotros en el tiempo, aunque lo que ellos iniciaron, sus enseñanzas, siguen vivas y en mi camino espiritual me han resultado muy útiles.

En ese mundo oriental alguna gente piadosa decidió retirarse al desierto en soledad, al empezar la Religión Cristiana a ser invadida por el poder tras el Edicto de Milan dictado por el emperador Constantino en el 313 (la tolerancia tuvo sus pros y sus contras, terminaron las persecuciones pero por otro lado el poder vio en la Iglesia un arma muy útil, pero esto es tema para otro escrito). Así aparecían los llamados Padres del Desierto.

AMMA, MADRES DEL DESIERTO

San Pablo de Tebas, en el S.III, durante las persecuciones fue el primero que conocemos que se escabulló para vivir como ermitaño. A su encuentro acudió San Antonio Abad, padre de la vida monástica. San Antonio sintió una gran interpelación al escuchar la historia del joven rico (Mt 19, 21), vendió todo lo que tenía y se fue al desierto. Son muy famosas las tentaciones que San Antonio sufrió y cómo luchó contra ellas con mortificación, oración y control de los sentidos. (En el Cap 2 de la Vida de San Antonio según San Atanasio). Durante su vida acoge a algunos discípulos, pero sólo en sus últimos años forma una comunidad. Frente a la dureza y mortificación nunca deja de insistir en que la perfección no consiste en la penitencia, sino en alcanzar el amor, manteniendo siempre la santa alegría. La vida de servicio en este mundo no es sino la perfecta espera del cielo que nos ha sido prometido. Y así, con esa enseñanza magistral de VIVIR CON ALEGRÍA LAS DUREZAS de la vida, San Antonio Abad nos inspira en nuestros tiempos en los que nos desanimamos con tanta facilidad y VIVIMOS AMARGAMENTE en la laxitud del mundo.

Detrás de él muchos adoptaron este modo de vida (bastantes santos), san Menas, san Macario de Alejandría, san Moisés el Etíope, Santa Sinclética (enseña la humildad «Un tesoro sólo está seguro cuando está escondido; descubrirlo equivale a exponerlo a la codicia del primero que venga y a perderlo; igualmente, la virtud sólo está segura cuando permanece secreta, y quien la ostenta la verá disiparse como el humo», exhortaba a la caridad, a la vigilancia y a todas las virtudes), Santa Macrina, hermana de San Gregorio de Nisa y San Basilio, no vivió en el desierto, si no en una propiedad familiar adoptando la vida ascética como muchas otras vírgenes (vírgenes y madres del desierto).

Su espiritualidad se fundamenta en la presencia continua de DIOS en todo y en acrecentar el deseo de estar con Él, DE UNIRSE A ÉL. Sus enseñanzas se basan en el EJEMPLO con la misma vida, la LUCHA contra el mal, la PACIENCIA en el camino espiritual, ORACIÓN, ESTUDIO Y TRABAJO y sobre todo en tener muy presente el AMOR de DIOS.

Para conocerlos a todos ellos, y su espiritualidad, nada mejor que leer sus  SENTENCIAS.

Destino común.

LA TRANSFIGURACIÓN BÚSQUEDA DE LA UNIÓN.

En este movimiento de retiro eremítico, empapado por un alto deseo de UNION CON DIOS, nace un modo de ascetismo, pero sobre todo de oración elevada cuyo único fin es DESPOJAR AL CORAZÓN DE TODO LO QUE LE IMPIDE UNIRSE CON DIOS.

Evagrio Póntico fue uno de los iniciadores de este movimiento, entre polémicas como pasaba muy a menudo en aquella época de lucha continua contra herejías. Es de gran importancia su definición del camino espiritual en tres pasos (al igual que otros santos como san Juan de la Cruz o Santa Teresa). PRAKTIKÉ, lucha contra los vicios (En este documento) habla de «ocho espíritus malos» y como luchar contra ellos: gula, lujuria, avaricia, tristeza, ira, acedia, vanagloria y soberbia. PHYSIKÉ, contemplación de Dios a través de lo creado; y THEOLOGÍA, contemplación de Dios Trino.

Teniendo como embrión esta espiritualidad de los padres del desierto,  por el Siglo VII Comienza a emerger esta palabra que tanto me ha cautivado: HESICASMO, pero no es hasta más adelante, en el S. IX con Simeón el Nuevo Teólogo en quien se personifica ya esta tradición y en el s. XIV adquiere una gran importancia en el Monte Athos. En la época de Simeón nos aproximamos al cisma de oriente, pero superando las diferencias de si el Espíritu Santo procede del Padre y del Hijo (Catolicismo) o sólo del Padre (Doctrina Ortodoxa) o si maría es concebida con o sin pecado, sabiendo que el destino que tenemos es común, la UNIÓN CON DIOS, os animo a descubrir la riqueza de esta espiritualidad tan olvidad en nuestro sector occidental de la Iglesia Católica. Si, sector occidental o de rito latino, porque en oriente no son todos cismáticos, que también hay Católicos de otros ritos en comunión con el Papa. La Iglesia católica la forman 24 Iglesias con otros tantos ritos.

ORAD SIN CESAR

Hablaba del HESICASMO y de su objeto, la UNIÓN CON DIOS, la THEOSIS o DEIFICACIÓN del hombre. La Hesikia se refiere a la Paz que Dios da a los que le aman, y la vida hesicasta se define por la quietud y tranquilidad del alma misma en la vida diaria, en la vida monástica o en una vida más solitaria.

Para conocer la espiritualidad que mana del ejemplo de tantos Santos de los que hablamos hoy en día (y de los que no) te aconsejo echar un vistazo a este documento, la FILOCALIA. Recopilación hecha desde el monte Athos, de textos de más de 30 autores Cristianos y de épocas que van desde el S.IV hasta el S.XIV.

ORACIÓN DEL CORAZÓN CAMINO DE UNIÓN.

Como toda corriente espiritual cristiana, uno de los puntos clave del hesicasmo es el modo de oración. Inspirados por la exhortación de San Pablo a los de Tesalónica a orar constantemente (cf. 1Tes 5, 17) decidieron que la forma de estar unidos a Dios era REZAR SIN CESAR, a todas horas del día, durante todas las actividades. Y como las oraciones largas se harían complicadas, buscaron una frase breve, pero con mucha fuerza: «Jesús, hijo de Dios (o de David), ten compasión (o misericordia) de mi» algunos añaden «que soy un pecador». He llegado a leer que esta frase resume toda la enseñanza de la Biblia. A veces la llaman oración de Jesús, porque se trata de invocar el nombre de JESÚS constantemente, el nombre con más poder en toda la tierra. En otras ocasiones lo he encontrado como oración del corazón, porque si se realiza bien se interioriza tanto que ya sale desde lo más hondo de nosotros.

Llegados a este punto quiero volver al principio, a aquellos dos pasajes del evangelio de los que os hablaba.

  • En cambio el publicano, manteniéndose a distancia, no se atrevía ni a alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: «¡Oh Dios! ¡Ten compasión de mí, que soy pecador!» (Lc 18, 13)
  • el hijo de Timeo (Bartimeo), un mendigo ciego, estaba sentado junto al camino. Al enterarse de que era Jesús de Nazaret, se puso a gritar: «¡Hijo de David, Jesús, ten compasión de mí!»» (Mc 10, 46-47)

Aunque la que se considera base de la súplica que se eleva durante la Oración del Corazón es la del Ciego de Jericó, el Publicano es el que añade el «que soy pecador».

Parece sencillo, pero tiene su técnica. Por ejemplo debe ir ligado con la respiración. El «Jesús, hijo de Dios» lo dices mientras inhalas (te llenas de él, te dejas invadir por el poder de su nombre). La segunda parte la haces mientras exhalas (te vacías de todo aquello que te hace sentirte pecador). Dejo enlace a estos textos que tratan del tema

Durante este mes y medio he estado practicando (con poco éxito, tengo que admitirlo) la oración constante, y a pesar de las imperfecciones te puedo asegurar que ayuda, no mucho, muchísimo, a aumentar la presencia de Dios en tu vida (imagínate si lo hubiese hecho a la perfección), con todo lo que eso conlleva.

También me ha ayudado la lectura de un libro muy relacionado con el tema, EL PEREGRINO RUSO (enlace al libro).           (enlace a la primera parte del audio libro)

AMIGO, SI HAS TENIDO LA PACIENCIA DE LLEGAR HASTA AQUÍ CREO QUE TIENES LAS CUALIDADES NECESARIAS PARA ESTE TIPO DE ORACIÓN, ASI QUE NO ME QUEDA MAS QUE ANIMARTE A QUE LO INTENTES, REPITE CONMIGO:

JESUS,  HIJO DE DIOS, TEN COMPASIÓN DE MI QUE SOY UN PECADOR.

JESÚS, HIJO DE DIOS, TEN COMPASIÓN DE MI QUE SOY UN PECADOR.

JESUS, HIJO DE DIOS, TEN COMPASIÓN DE MI QUE SOY UN PECADOR …