La historia de una pregunta.

Terminado el relato de los días pasados en Medjugorje, y siguiendo un orden lógico, os voy a contar una historia relacionada con el viaje de vuelta. Esta historia ya la adelanté en un post hace unas semanas, cuando os dije que una pregunta que le hice al Padre David se quedó sin respuesta. Aquí va la historia de esa pregunta.

Era 6 de agosto por la tarde/noche y nos montábamos en el avión. Me tocó al lado del Padre David. Me coloqué en mi asiento, saqué mi rosario y mi libro nuevo «orar con el corazón» escrito por el padre Barbaric. Me disponía a comenzar el rezo cuando se montó una joven de 40 y tantos (los jóvenes modernos) pegando alaridos sobre el gran perjuicio que le habían causado los que habían embarcado primero con dos bultos, provocandole el mayor trastorno de su vida, tener que dejar la maleta de mano en la bodega en lugar de en cabina, pobre.

Aquí me gustaría hacer un paréntesis. De mi grupo de peregrinación hubo varias personas que tuvieron que dejar su equipaje de mano en la bodega, y os aseguro que nadie perdió La Paz como la perdió esta chica. Me llamó soberanamente la atención la diferencia entre la actitud de mis compañeros de peregrinación, que venían de pasar una semana con Jesús y su Madre, y la de esta chica, que venía seguramente de haber pasado una semana de fiesta en Croacia, con pinta de venir directamente de la juerga al avión.

Me moría de ganas de acercarme a ella, tenderle el rosario y decirle «mira, la Madre seguro que te ayuda a superar ese problema tan grande con el que te has encontrado». Cuál es mi sorpresa cuando veo que se dirige hacia mi y encara la fila de asientos tras la mía. En mi mente seguía rondando la idea de tenderle el rosario… pero no me atreví. Así que aprovecho ahora para tendéroslo a todos vosotros, no dudéis en echar mano del Rosario cuando penséis que los problemas os aplastan, la Virgen no abandona al que en Ella espera. 

Calmado el ambiente comencé el primer misterio. Terminada la contemplación de la resurrección de Jesús tuve mi rutinario momento de distracción post misterio, y se me ocurrió hacerle al padre David una pregunta de examen: «Padre, ¿De dónde viene el Rosario, cómo se inventó?». Se disponía el padre David a responderme cuando nuestra amiga de la fila de atrás comenzó a dar patadas en mi asiento. Sorprendida me giré y me la encontré tratando de acomodarse para el viaje con los pies en mi respaldo. La postura resultaba un tanto grotesca, como si estuviera contorsionando, trayendo a mi mente los peores momentos de la semana, que también los hubo, pero intenté tomármelo a broma. No entendía cómo pensaba pasar así todo el viaje, pero decidí tener paciencia y comencé la contemplación del segundo misterio Glorioso, la pregunta quedó en el aire.

Dios siempre responde, cuando realmente necesitas esa respuesta.

Llegamos a Valencia ya el 7 de agosto y nos despedimos con mucho cariño después de la preciosa semana que habíamos pasado juntos,  deseándonos lo mejor y esperando reencontrarnos pronto.

El día 8 volví al trabajo, a la rutina, a la realidad. Ya no había lugar ni tiempo para pensar en aquellas tiendas que apetecía montar en el Pobdro, y el ímpetu y energía que traía de Medjugorje empezaba a difuminarse. Pero Dios seguía conmigo en la realidad del día a día. Me llegó el mensaje diario que me manda un buen amigo, una foto preciosa y una reflexión sobre el evangelio. Ese día agregó una imagen del Santo del día. Leí el nombre, Santo Domingo de Guzmán, y no se muy bien porqué, ya que cuando me mandan estás imágenes me limito a leer el nombre, me fijé en las figuras que aparecían en mi pantalla… un fraile arrodillado con la mano extendida y una hermosa Virgen Madre, con El Niño en los brazos tendiéndole un Rosario. En ese momento me acordé de mi pregunta sin respuesta y enseguida introduje en el «sabio Google» la palabra Rosario junto con el nombre del Santo.  Me encontré con una preciosa historia que podéis ver en este enlace.

Santo Domingo de Guzmán y origen del Rosario

IMAGEN RECIBIDA A TRAVÉS DEL WHATSAPP.

Para mí fue muy bonito notar cómo Dios me respondió, como Él notó que esta inquietud mía realmente necesitaba ser resuelta para poder disfrutar plenamente de la transformación que ofrece esta oración de contemplación.

Virgen del Santo Rosario AUXILIO DE LOS CRISTIANOS.

A algunos os parecerá una locura que tras tantos años de conocer el Rosario, tantos años sosteniendo uno entre mis manos (muy puntualmente, todo hay que decirlo), tantos años escuchando las bondades de esta forma de orar, incluso tras una semana en Medjugorje con la Gospa, todavía no lo hiciera convencida. Pero así era, el aburrimiento me arrastraba, lo rezaba de carrerilla, muchas veces incompleto (sin letanías). No lo disfrutaba, no lo saboreaba.

Pongo la mano en el fuego por que no soy la única a la que le pasa esto (sí, hablo en presente porque me sigue pasando). A mucha gente no nos vale hacer las cosas por que sí. De ahí la importancia que veo en esta respuesta que Dios me ha dado. Como os he dicho me sigo distrayendo, me sigue costando, pero entendido el origen entiendo mucho mejor el fin de la contemplación de los misterios. 

Esta respuesta De Dios no sólo me ha llevado a conocer los inicios del Rosario, si no a conocer también las promesas de la Virgen a Santo Domingo y a aquellos que lo rezan, Dará su Gracia, su protección, será escudo del infierno y germen de virtudes. Como ejemplo la historia inseparable de las Grandes Batallas entre Cristianos y Musulamnes, de la Edad Media y la Edad Moderna, y Nuestra Señora. Reyes, Papas y soldados rezaron el rosario y se sintieron totalmente respaldados por Ella (inicio de la reconquista desde Covadonga, batalla de Lepanto, Sitio de Viena…). Por la batalla de Lepanto se proclamó el 7 de octubre el día de la Virgen de la Victoria que más tarde se convertiría en día de la Virgen del Rosario, y se añadió la letanía de «Auxilio de los Cristianos».

Promesas y Gracias de la Virgen a los que rezan el Rosario

Durante muchos años el rezo del Rosario se ha convertido en el arma que millones de Cristianos han usado para combatir el mal, para solicitar intercesiones a la Madre de Dios, para crecer en Gracias y Virtudes. No deberíamos menospreciar el arma que tantas veces se ha mostrado efectiva contra los infieles, no sólo venciéndolos, si no en muchos casos convirtiéndolos.

Así mismo esta devoción al Santo Rosario ha estado muy arraigada en los últimos Papas. También providencialmente, durante estos días de lucha entre la rutina y las ganas de volcar mi vida hacia Dios a través de su Madre, me llegó otro mensaje que contenía el enlace a la Carta apostólica escrita por el Papa Juan Pablo II, Rosarium Virginis Mariae, donde se incorporan los MISTERIOS LUMINOSOS. A todo aquel que alguna vez ha pensado que está rezando 50 avemarías «porque sí», le recomiendo encarecidamente que le eche un vistazo a este precioso texto del SANTO SANTO PADRE Juan Pablo II,  y verá la Luz sobre el Rosario, nunca mejor dicho.

Carta apostólica Rosarium Virginis Mariae