50.000 jóvenes en una explanada pendientes de un «escenario», cantan, bailan, escuchan, dialogan, comen, beben… y  sí, es en Medjugorje, donde cada día de esta semana tan especial, a las 19.00 como momento central de todo el programa, hemos celebrado una «fiesta» de la que salimos todos exultantes de gozo. Pero no es una alegría superficial, que igual que viene se va cuando las luces se apagan, si no que es un gozo mucho más profundo (o eso debería ser) resultante de disfrutar de la presencia del Amor, que lo inunda todo en Medjugorje.

Además, el 4 de agosto (día al que dedico este post) se celebra la memoria de uno de los mejores organizadores de «fiestas», San Juan María Vianney (Cura de Ars). Muchos, allá por el año 1820, recorrían cientos de kilómetros para verlo celebrar.

Celebrando el Amor.

Como en toda fiesta, en la Eucaristía se celebra algo muy especial, celebramos la presencia de Jesús Vivo entre nosotros, Pan Vivo bajado del Cielo, y la memoria de su entrega en la Cruz para la redención de nuestras culpa (a alguno le parecerá poco).

Es tal el Amor que se reparte en este banquete que a falta de una mesa tenemos dos. En la primera, llegamos a conocer al anfitrión, a DIOS,  a través de su Palabra, a través de la escucha. LITURGIA DE LA PALABRA.

En la segunda mesa llega el momento culmen de la Liturgia. Momento en que el Gozo se hace tan intenso que pasa de celebrarse exteriormente a celebrarse en el interior del corazón de cada creyente. Este momento tan especial, en que recordamos la Entrega del Cuerpo de Jesús en la última cena, su Sacrificio por nosotros en la Cruz y nos ofrecemos como ofrenda con Él, se llama PLEGARIA EUCARÍSTICA.

En este LINK: CATEQUESIS DEL PAPA FRANCISCO SOBRE LA PLEGARIA EUCARÍSTICA

Ambas mesas son pilares de la Santa Misa, la Palabra toma su plenitud en le Eucaristía y la Eucaristía no puede entenderse sin el todo de la Palabra revelada. De ninguna de ellas debería desperdiciarse ni una migaja… y cuántas en cambio caen continuamente en oídos o corazones que no están preparados ni se les espera, a cuántas misas hemos ido con la cabeza puesta en otros mil asuntos. En todos esos momentos, aunque NO SEAMOS CONSCIENTES, estamos despreciando regalos de Dios.

“ la Iglesia, con solícito cuidado, procura que los cristianos no asistan a este misterio como extraños y mudos espectadores, sino que, comprendiéndolo bien a través de los ritos y oraciones, participen consciente, piadosa y activamente en la acción sagrada, sean instruidos con la Palabra de Dios, se fortalezcan en la mesa del Señor, den gracias a Dios, aprendan a ofrecerse a sí mismos al ofrecer la Hostia inmaculada no sólo por manos del sacerdote, sino juntamente con él, y se perfeccionen día a día por Cristo, mediador en la unión con Dios y entre sí, para que finalmente Dios sea todo en todos” (Constitución sobre la Sagrada Liturgia, 48).

¿QUÉ ME DICES? ¿TÚ LO COMPRENDES Y ERES CAPAZ DE PARTICIPAR CONSCIENTEMENTE EN CADA MOMENTO DE ESTA CELEBRACIÓN?

San Pedro Julian Eymard,  sacerdote enamorado de la Eucaristía cuya fiesta también la hemos celebrado estando aquí, el 1 de agosto, Decía: «Sepan, oh cristianos, que la Santa Misa es el acto de religión más sagrado. No pueden hacer otra cosa para glorificar más a Dios, ni para mayor provecho de su alma, que asistir a la Santa Misa devotamente y tan a menudo como sea posible.» 

Prepararnos para este banquete.

Pensemos, cuando salimos a cenar con amigos, cuánto tiempo antes dedicamos a ducharnos, decidir qué nos ponemos, arreglarnos… y aquí viene la pregunta estrella. Cuando vas a compartir la mesa de Jesús ¿cuánto tiempo dedicas para prepararte? para nosotros este fue un día privilegiado, por la mañana realizamos el Vía Crucis de subida al Crizevack, es decir, realizamos el camino que nuestro gran Amigo hizo para llegar a la mesa del Sacrificio. No puedo imaginar mejor preparación.

 

Pero como no siempre podemos tener esta suerte, María, en sus mensajes desde Medjugorje nos recomienda como buena Madre: «Si en lugar de llegar corriendo a la Misa pudieran llegar un poco antes para prepararse, y después de haber comulgado, si se pueden quedar, tomen tiempo con Jesús para hablarle, si hacen esto hijitos, verán muchos milagros en sus vidas y menos enfermos de la mente, del corazón y del cuerpo en medio de ustedes»

MARÍA nos invita.

«Hijos, asistid a Misa cada vez que las circunstancias lo permitan» (Reina de la Paz en Medjugorje)

«En ningún otro lugar mi hijo derrama tantas gracias como en la Eucaristía, comulgar es más que ser vidente» (Reina de la Paz en Medjugorje)

Retablo hecho por la artista LIRIOS DOMENECH BARDISA en la Parroquia de Nuestra Señora Madre de la Iglesia, en Puig d’en Valls, Ibiza. En este LINK puedes ver más sobre su obra.

«Puesto que la Eucaristía es misterio de fe, que supera de tal manera nuestro entendimiento que nos obliga al más puro abandono a la palabra de Dios, nadie como María puede ser apoyo y guía en una actitud como ésta». Juan Pablo II, encíclica Ecclesia de Eucharistia.